Basque Beer #destapalabeerdad
Un reposicionamiento global para defender lo local
Basque Beer es el sello colectivo que agrupa a los productores de cerveza artesanal elaborada en Euskadi. Nos pidieron reposicionar su marca para crecer como comunidad en un contexto desafiante. Aunque la cerveza es la bebida más consumida en el territorio, solo el 2% se produce aquí. Mientras tanto, grandes cerveceras del resto del Estado adoptan estrategias de “basquización” comercial para parecer de aquí, sin serlo.

Como lo que no tiene nombre, no existe, esta práctica de apropiación cultural con fines económicos, le pusimos un nombre: “Basque Washing”. Y fue nuestro punto de partida para redefinir el relato.
Nos propusimos un triple reto: redefinir estratégicamente el posicionamiento de la marca, construir un sistema visual y narrativo potente, y desarrollar un tono capaz de activar una cultura comunitaria. Detectamos que la narrativa anterior —centrada en lo “craft”— era insuficiente frente a la necesidad de reivindicar el verdadero origen. Por eso propusimos cambiar el foco: dejar de hablar de lo artesanal para empezar a hablar de lo local. Revalorizar lo hecho aquí.
Construimos Basque Beer como un símbolo colectivo que representa una forma de ser, de producir y de resistir desde el territorio. Diseñamos una identidad visual honesta, sólida y funcional, inspirada en elementos del paisaje y la arquitectura vasca.
Tipografías con raíces locales, estructuras gráficas modulables, y una paleta cromática que evoca el verde de nuestros montes, el ámbar de la cerveza bien hecha y el gris industrial de nuestras fábricas.
Más que un sello, proyectamos Basque Beer como un movimiento abierto. Una identidad que cualquiera —desde productores hasta consumidores— pueda hacer suya.
Creamos un sistema visual flexible, pensado para facilitar la petición y defensa de una Basque Beer en cualquier contexto. Porque si no sabes cómo pedirla, no puedes defenderla.
También creamos una pieza audiovisual con productores reales, localizaciones auténticas y sin artificios. Una llamada a la acción cultural, no solo una campaña publicitaria. Porque Basque Beer no vende cerveza, vende orgullo de origen. No contamos una historia bonita: contamos la verdad, de forma bella. Y lo hacemos desde un caserío, una barra, una cuadrilla. Desde el corazón de Euskadi.